BOTELLÍN ESCUPITAJO

Pese a haber pasado cinco años, puedo decir que todo ha transcurrido de forma rápida. Mucho esfuerzo y mucho trabajo en un entorno en el que además se fueron forjando grandes amistades por parte de grandes compañeros. Sabíamos que sería puntual y pasajero pero cuando llega, no terminas de creer que ha pasado, pues estamos inmersos en el ritmo frenético y los días se suceden sin apenas poder distinguir cuando termina uno y comienza el otro. La urgencia en medio de un año lleno de urgencias ha hecho que no pudiera despedirme como hubiese deseado, como se hubiesen merecido. Agradecido por la nueva oportunidad brindada, y emocionado después de conocer a nuevos grandes compañeros, prometo dedicarles tiempo también a los antiguos, no olvidar lo aprendido y recordar que las mejoras se han producido por haber podido atravesar momentos algo complicados. Regrese en un futuro o no, siempre les estaré agradecido.

En medio del caos más silencioso, reina el sonido más ensordecedor. No importa que te sientas solo o que realmente lo estés. Dentro de tus cuatro paredes hay más ruido que en cualquier otro lugar. En tu cabeza siempre habrá decenas de voces que hablen continuamente. Puede que las quieras escuchar o puede que no pero eso no las hará callar. Te dicen que todo pasará, que realmente la situación está peor en comparación con lo que tú estás viviendo, que deberías ser un poco más agradecido. Si buscabas compañía, la tienes dentro de tu cabeza pero ten cuidado pues no siempre te dirán cosas agradables. También hablaran en base a los recuerdos, los deseos y las expectativas que tenías. Te dirán que no hagas nada, que no vale la pena, que debes sentirte decepcionado, hundido o simplemente desanimado por encontrarte en esta situación. Te harán creer que cualquier otra sería mil veces mejor porque la impotencia es el mayor de tus miedos. ¿Esa voz ya se ha cansado?, ¿a cuál le toca ahora? En lo

Es una sensación extraña. No entiendes a ciencia cierta qué pasará pero sabes que algo va a cambiar. Se acerca el momento y eso es lo único que tienes claro. Probablemente sin motivos suficientes o completamente definidos. Son señales, mensajes ocultos que recibes sin apenas darte cuenta y te están indicando que tu estado actual no será permanente. Sabes que desde hace ya algún tiempo, varios "algos" no van como debieran y ese sentimiento premonitorio te da la serenidad necesaria para aceptar que el momento está a punto de llegar.